El emprendimiento social artístico ha venido para quedarse. Frente a la falta de estabilidad laboral y emocional, los jóvenes artistas apuestan por e
El emprendimiento social artístico ha venido para quedarse. Frente a la falta de estabilidad laboral y emocional, los jóvenes artistas apuestan por emprender proyectos propios y transformadores. Tanto es así, que cada año más de 200 candidatos de entre 18 y 32 años aplican a la convocatoria de Nadine, en busca de una primera oportunidad para convertir su idea en una realidad.
Encabezando la escala de interés por el emprendimiento social se encuentran las artes escénicas y los creadores audiovisuales. Cada año, más de la mitad de los proyectos presentados a la convocatoria de Nadine pertenecen a estas disciplinas, seguidas de la música, la literatura y la pintura. En cuanto a los retos sociales, no es de extrañar que la temática que más preocupe a los jóvenes sea siempre la salud mental. En 2019, fruto de la misma inquietud, nació Nadine: una fundación que, ante la situación crítica del sector, vio en el emprendimiento una oportunidad para fomentar la estabilidad laboral y así repercutir en un mejor bienestar emocional de los artistas jóvenes.
Ya me he graduado. ¿Y ahora qué?
Según el Barómetro Juvenil – Salud y Bienestar 2021 publicado recientemente por FAD Juventud y Mutua Madrileña, el 56,4% de los jóvenes asegura haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en el último año. Un 37,3% de ellos cuenta no haber podido pedir ayuda profesional debido a motivos económicos. A esto, se suma el reciente estudio del Centro de Investigación en Salud Laboral y la Universidad Pompeu Fabra realizado con personas de entre 18 y 28 años, que indica que, un inicio inestable y precario de la vida laboral en las personas jóvenes está relacionado con una peor salud mental futura. Estudios previos ya mostraban que el desempleo, la temporalidad y la inseguridad laboral están relacionados con una mayor incidencia de trastornos mentales. ¿Cómo se traduce todo esto en la vida real de los artistas?
Una vez finalizada la formación artística, debido a la falta de experiencia y recursos, el acceso al mercado laboral se convierte en una cuesta imposible. De pronto, estar de prácticas, laboratorios de pruebas y voluntariados resulta la única opción viable, pero no es precisamente un plan sostenible.
El emprendimiento social es un presente y futuro laboral posible para los jóvenes
Es ahí cuando un proyecto propio con compromiso social se convierte en una gran oportunidad. Fotógrafas que trabajan con personas refugiadas en España por su género y sexualidad, cineastas que crean cortometrajes involucrando a vecinos de todo el barrio, músicos que crean nanas junto a madres y bebés en situaciones vulnerables, arte-terapeutas que acompañan a personas con enfermedades avanzadas en los hospitales… Son sólo algunos de los proyectos por los que ha apostado Nadine a través de su convocatoria anual, ofreciéndoles a los artistas la oportunidad de pilotar, hacer red y contar con inversión para poder trabajar en el mundo real.
Hasta ahora, han sido nueve los proyectos artísticos de impacto que, tras ganar la convocatoria Nadine, gracias a su programa de incubación y una inversión a fondo perdido de hasta 12.000€ por proyecto, se han convertido en casos de éxito: ‘Comiendo con Miedo’, ‘Proyecto Nana’, ‘Proyecto 2036’, ‘Apasiónate’, ‘Identidades’, ‘Artepaliativo’, ‘Loubé’, ‘Memento’ y ‘Barriometrajes’. Todos ellos presentarán los resultados de sus proyectos en ARTISTAS CON IMPACTO, un evento organizado por Fundación Nadine que tendrá lugar el viernes 17 de junio de 11:30h. a 13:30h. en el Auditorio de CaixaForum Madrid.
A pesar del camino que les falta por recorrer, estos artistas jóvenes ya han conocido la estabilidad emocional que genera confiar en tu idea y recibir una primera oportunidad.
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