Una nueva semana empieza, y en El Bien Social queremos seguir trayéndoos proyectos e iniciativas preciosas que hacen de este un mundo mejor. Hoy toca
Una nueva semana empieza, y en El Bien Social queremos seguir trayéndoos proyectos e iniciativas preciosas que hacen de este un mundo mejor. Hoy toca el turno de la marca de moda sostenible Slowcracy, y para ello hablamos con su fundadora, Tamara Alonso
¿Qué es Slowcracy y qué os motivó a iniciar el proyecto?
Slowcracy es una marca de moda sostenible que nace en Enero del 2020 con intención de democratizar la moda sostenible, ética y vegana. Tratando de hacer las cosas de una forma distinta, basándose en la sostenibilidad, a través de la fabricación de las prendas y las materias primas utilizadas, potenciando el trabajo digno, para luchar contra la precariedad laboral del sector textil y eliminando a los animales de todo el proceso de fabricación.
¿Por qué decidisteis emprender en el mundo de la moda sostenible?
Los motivos fueron totalmente personales. Tras muchos años siendo consumidora de la industria del Fast Fashion, haber trabajado en diferentes cargos en la misma y desconociendo el impacto que tenía a nivel medioambiental y social. Al empezar a tomar conciencia sobre la repercusión que esto tenía y ver la falta de variedad y accesibilidad de Slow Fashion, decidimos adentrarnos de forma muy humilde para poder enriquecer un mercado más ético, que fuera en consonancia con nuestros valores.
¿Qué productos de moda vendéis actualmente?
Ahora mismo tenemos una colección de camisetas temáticas alrededor del feminismo, veganismo, sostenibilidad y poco a poco vamos ampliando nuestro catalogo con prendas que van saliendo poco a poco. Pantalones, vestidos, faldas, petos etc. e incluso ropa interior, uno de nuestros top ventas son las bragas de bambú que son una pasada por las propiedades del bambú a nivel suavidad, confort, tranpirabilidad etc.
¿Qué hace que vuestro proyecto sea sostenible?
Partimos de la base de que no consideramos que la sostenibilidad sea algo estático, si no un camino. Hemos empezado el proyecto en un punto y a medida que el mercado se adapta, nosotras aprendemos, vamos mejorando los procesos para que nuestras prendas tengan el menor impacto posible. Pretendemos que sea sostenible a nivel medioambiental pero también social para las personas que forman parte del proceso de producción.
Intentamos tener todo en cuenta: Que los materiales que utilizamos sean de bajo impacto a nivel medioambiental, que consuman pocos recursos y que además sean veganos. Esto va desde el tejido, hasta botones o accesorios de cada prenda. Además, trabajamos siempre con mano de obra de comercio justo o local para garantizar los derechos laborales de las personas.
¿Qué impacto positivo queréis generar en el Mundo con vuestro proyecto?
Sabemos que con la dimensión de nuestro proyecto no vamos a cambiar el mundo pero si tenemos claro que nuestra labor de divulgación y transparencia puede servir de ejemplo para crear inercia y poner el foco en el impacto que tiene el sistema actual. Que puede servir de ejemplo para otras marcas, pequeñas, medianas y grandes. Y que el consumidor entienda el impacto que tiene comprarnos una camiseta por 3€ no es nulo ni para el planeta, ni para la persona que lo ha confeccionado.
¿Créeis que cada vez hay más gente interesada en comprar moda sostenible?
Nosotras si lo percibimos así. Cada vez nos preocupamos más por lo que comemos, con que nos vestimos y como consumimos y del impacto que ello tiene. Estamos dando pequeños pasos, pero creemos que está creciendo esta corriente. Por suerte.
¿Cuál ha sido el mayor reto a nivel de sostenibilidad, y cómo lo habéis superado?
La falta de proveedores, de industria y de transparencia. Es algo que todavía no hemos superado y es algo que seguimos luchando día a día, con cada producto que diseñamos: buscar tejidos que cumplan con nuestros requisitos, la ausencia de talleres cercanos que puedan hacerse cargo de la producción y que nos permitan formar parte del proceso y transparencia sobre la trazabilidad de las piezas que conforman cada prenda.
¿Dónde esperáis ver vuestro proyecto en 1-2 años?
No tenemos grandes aspiraciones en este sentido. Nos encantaría que la marca se consolidase, poder seguir haciendo prendas de calidad, de forma ética y sostenible, que hagan a la gente feliz y consciente y nos encantaría que el 100% de nuestro catálogo pudiera estar producido de forma cercana en Galicia y/o Portugal
¿Qué es para vosotras el bien social?
Pensar de forma colectiva y no solo a título individual y pensar en el impacto que tienen cada decisión de consumo que tomamos.
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