Más de 11 millones de personas son atendidas por la Fundación Anesvad en 4 países del África Subsahariana: Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín.
Bajo el lema “Donde no mira nadie” la Fundación Anesvad ha puesto en marcha una campaña de sensibilización con la que poner el foco sobre una de las injusticias más olvidadas del planeta: la desatención de enfermedades incapacitantes como la lepra, la úlcera de Buruli, el pian o la filariasis linfática que, a pesar de ser prevenibles, siguen afectando a millones de personas en zonas donde el acceso a la sanidad, al agua potable, la higiene y el saneamiento son deficientes y que, al no tener una gran visibilidad, combatirlas no se considera, en muchas ocasiones, una prioridad.
Para llamar la atención y que “miremos” a las personas olvidadas que sufren enfermedades olvidadas, Fundación Anesvad acaba de lanzar esta atípica campaña en exterior para la que ha escogido seis vallas publicitarias de grandes dimensiones en ciudades de Bizkaia y de Madrid, pero que, de forma paradójica por sus ubicaciones, son lugares que pasan desapercibidos. Se trata de una campaña en la que la elección del medio – una gran valla desatendida- es el mensaje: “Donde no mira nadie”.
De esta forma, Fundación Anesvad quiere animar a mirar a una realidad que, aunque no nos afecte, sigue existiendo; una realidad fea, dura, desagradable y, por ello, invisible. Los cuatro protagonistas de la campaña han superado las enfermedades que padecían, gracias a la intervención de Fundación Anesvad en comunidades empobrecidas, y ahora son personas que miran a la cámara con la sonrisa de la esperanza. Una nueva situación de la que fue testigo el fotógrafo beninés Yanick Folly (@yanickfolly).
Para la creación de un audiovisual de 58” sobre estos desolados emplazamientos, la fundación ha contado con la colaboración del reconocido fotoperiodista Olmo Calvo (@olmocalvo), especialista en “mirar donde nadie mira”.
Según el director general de Fundación Anesvad, Íñigo Lasa, “llevamos 50 años trabajando allí donde nadie mira. Investigamos enfermedades que nadie atiende. Desarrollamos proyectos que provoquen e instauren cambios en sociedades, pueblos y países para que puedan contar con sistemas sanitarios de calidad. Creemos en la sanidad universal como un derecho, no como un privilegio”.
Fundación Anesvad, comprometida con el Derecho a la Salud de las personas más vulnerables del planeta, realiza programas integrales de investigación, detección y tratamiento de enfermedades desatendidas que, aunque no causan grandes datos de mortalidad, sí debilitan, desfiguran e incapacitan a las personas que las padecen. Solo en 2020, su actuación en cuatro países de África subsahariana – Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín -, en los que ha puesto en marcha 27 proyectos, han mejorado la salud y las condiciones de vida de 11 millones de personas, de manera directa e indirecta.
Las ETD son más de 20 enfermedades infecciosas, que afectan sobre todo a personas que viven en contextos empobrecidos y rurales. Son prevenibles y aun así son padecidas por millones de personas. Estas enfermedades son fácilmente tratables, “con sólo 50 céntimos de euro se puede proporcionar tratamiento preventivo para las 5 ETD más comunes a una persona durante todo un año”, concluye Íñigo Lasa. África Subsahariana sigue soportando el 35% de la carga mundial de las llamadas Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). Es en África donde se concentran la mayor parte de los casos confirmados de dos de estas enfermedades en las que Fundación Anesvad ha centrado su misión: el pian y la úlcera de Buruli.
Sobre Fundación Anesvad
Fundación Anesvad lleva más de 50 años comprometida con el Derecho a la Salud de todas las personas, centrándose en aquellas en situación de mayor vulnerabilidad. Su foco son las personas que el mundo parece haber olvidado, las que sufren enfermedades olvidadas. Unas dolencias que afectan a más de 1.000 millones de personas y que, si bien rara vez son mortales, envuelven a quienes las padecen en una espiral de pobreza y falta de salud que les impide salir adelante. De entre esas enfermedades, la fundación se centra en aquellas que dejan rastro visible para siempre, las de la piel, como la úlcera de Buruli, la lepra, el pian o la filariasis linfática. Y lo hace en África impulsando proyectos que garanticen el acceso a la salud para las personas enfermas buscando el mayor impacto y la mayor sostenibilidad para, un día, no tener que existir. Sanidad para quien el mundo parece haber olvidado. Sanidad por derecho.
COMENTARIOS