Descubre las últimas novedades del Índice de transparencia de la moda en México 2021
En 2020, el mundo se enfrentó a una de las mayores crisis de la humanidad desde la 2da Guerra Mundial, derivada de la pandemia del coronavirus. El Producto Interno Bruto (PIB) mundial disminuyó un 3,5 % durante el año pasado, de acuerdo con el Banco Mundial, mientras que en México se desplomó un 8,5 %, su mayor caída económica desde 1932, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Con una de las recesiones económicas más fuertes de las últimas décadas y una ola de incertidumbre, en el punto más crítico de la pandemia los consumidores disminuyeron sus gastos, aplazando los más elevados y centrándose sobre todo en los productos esenciales, de acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés). En el caso de México, el 63,3 % de los hogares redujeron su gasto debido a que alguno de sus integrantes perdió el empleo o le redujeron el salario, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Ensanut) 2020 sobre COVID-19.
Como en cada crisis, esto generó un cambio en el comportamiento de los consumidores y sus preferencias. A nivel global, el miedo a la propagación del virus y el cierre de fronteras reforzó la tendencia del consumo “orgullosamente” local¹, de acuerdo con Euromonitor International.
Asimismo, el cambio en el comportamiento de los consumidores a nivel mundial se ha derivado de una mayor conciencia en cuanto a la emergencia medioambiental. Según una encuesta de IPSOS realizada a fines de 2019, alrededor del 69 % de los consumidores en todo el mundo han cambiado los productos y servicios que utilizan debido a la preocupación por el cambio climático.
En el caso de México, según una encuesta realizada por Deloitte, se demostró que los consumidores mexicanos fueron socialmente más responsables, pues el 56 % de los encuestados aseguró que compraría a marcas que tuviesen una mejor respuesta a la crisis.
Otro cambio radical en el comportamiento de los consumidores derivado de la pandemia fue el impulso al consumo por medio del e-commerce en el país en 2020, que si bien experimentaba ya una tendencia creciente, logró un crecimiento del 81% con respecto a 2019, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
Esto ayudó a balancear la compra de indumentaria entre el canal online y offline. Según Deloitte, la categoría de moda fue la más equilibrada en el canal de compra, sin embargo, la preferencia de comprar en tienda física (un 39 %) también fue mayor con respecto a comprar en línea (un 30 %). Pese a que el comercio electrónico fue un salvavidas en la categoría tras el cierre de tiendas físicas, el gasto en ropa cayó más del 20 % de acuerdo con Deloitte y al momento de que las compras se hicieron más razonadas, se registró una baja en la compra de ropa formal, según la Canaive.
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